La impactante decisión de los Bucks de despedir a Lillard y fichar a Turner

La pretemporada de la NBA dio la sorpresa: los Bucks anunciaron la rescisión del base All-Star Damian Lillard y el pago de los 113 millones de dólares restantes de su contrato en cinco plazos. Esta inusual operación no solo demostró la firmeza de la directiva, sino que también marcó el inicio de una nueva etapa en la construcción del equipo.
En los playoffs de la temporada pasada, Lillard, quien vistió la camiseta Milwaukee Bucks, jugó lesionado y finalmente sufrió una rotura del tendón de Aquiles, por lo que es probable que se pierda la nueva temporada. Los Bucks optaron por pagarle el salario completo, lo que no solo evitó la presión del impuesto de lujo, sino que también permitió ajustes en la alineación. Aunque Lillard, quien ha regresado a la agencia libre, es duda debido a su lesión, el atractivo de firmar con un salario mínimo aún anima a muchos equipos a intentarlo, entre ellos los Warriors y otros equipos campeones que podrían convertirse en posibles nuevos equipos. 
Los Bucks ficharon rápidamente al pívot Myles Turner por 4 años y 107 millones para reforzar el tiro interior y la defensa. La temporada pasada, Turner, quien vistió la camiseta Indiana Pacers, promedió 16 puntos y 7 rebotes por partido, con una efectividad de tres puntos cercana al 40%. Se le consideraba un sustituto más joven y ágil de Lopez. La llegada de Turner podría mejorar la adaptabilidad de la alineación, pero la pérdida del poder de ataque exterior y el liderazgo de Lillard, así como las fluctuaciones de actitud de Antetokounmpo, también generaron variables para la nueva temporada. Aún queda tiempo para comprobar si esta potencia de la Conferencia Este podrá recomponerse.